Comprar fans para Facebook e Instagram: Nuestra opinión

¿Merece la pena comprar seguidores para Facebook, Instagram, etc?

Leemos muchas opiniones en distintos blogs sobre la compra de fans o seguidores para redes sociales. La mayoría de estas opiniones son negativas y están basadas en la evidencia del engaño y la estafa que supone la adquisición de falsos seguidores y en el nulo aporte que estos packs de seguidores van a ofrecer a nuestra red social en cuestión. Pues bien, en Marabelia queremos aportar otro punto de vista sobre este asunto basado en nuestra experiencia y en los resultados obtenidos.

Las páginas de compra de fans ¿Son una estafa?

No, las páginas de compra de fans para Facebook, Instagram… funcionan y cumplen con lo prometido!. Lógicamente no podemos dar referencia sobre todas las webs existentes para la compra de fans, pero sí de todas las que tenemos referencia o hemos probado como fama.social, comprar-seguidores.info, comprar-fans.es, creapublicidadonline.com, etc

Una vez realizada la compra y efectuado el pago, los fans tardan entre 24 y 48 horas en llegar. Si esto no sucede podemos contactar con la empresa proveedora y generalmente lo solucionan en pocas horas.

¿Cómo son los seguidores que compramos?

Cuando compramos un pack de fans para nuestra red social generalmente podemos elegir la procedencia. Por ejemplo podemos decidir comprar fans de «cualquier lugar» o sólo latinos. La diferencia es que los fans latinos suelen ser más caros pero su apariencia es más real. Por ejemplo, si compramos un pack de fans baratos (de cualquier lugar), probablemente nos encontremos con muchos seguidores cuyos nombres estén escritos en idioma árabe o ruso y sus fotos de perfil sean, por ejemplo, banderas turcas. Algo que no tiene mucho sentido si nuestro negocio es local.

Si compramos fans latinos, los nombres de nuestros seguidores resultarán mucho más familiares, serán Pepitos Pérez y Marías Garcías con fotos más normales, eso sí ¡no esperemos nada de ellos!. Los fans que hemos comprado no van a interactuar con nuestras publicaciones,  ni van a comprar nada en nuestro negocio. Nuestros nuevos seguidores son meros figurantes haciendo bulto  en nuestro Facebook o Instagram.

Si queremos «me gustas», «likes» o incluso comentarios, podemos comprar otros paquetes que incluyan la interactividad en las publicaciones.

Por otra parte, los fans que compramos no nos abandonan, son fieles estatuas de mármol. Puede que, con el tiempo, veamos que desaparece alguno, pero no se irán en bandada, se van a quedar figurando en nuestras redes durante muchos, muchos, años.

¿Facebook me va a penalizar por la compra de fans? ¿Instagram me va a penalizar?

Pues, hasta donde nosotras sabemos y hemos podido experimentar: NO hay penalización. Al menos, haciendo una compra sensata de 500 o 1000 fans para nuestra red social, ni Facebook, ni Instagram se van a inmutar. Si existieran este tipo de penalizaciones, las tropecientas páginas de compra de fans que existen no podrían sobrevivir…

Es posible que comprando 500 mil fans, Facebook se percate de que está sucediendo algo en tu página pero, lo dicho, adquiriendo un pack con un número de fans razonable, los bots de las redes sociales te van a tomar por un community manager cojonudo y hasta te van a enviar sus congratulations en plan: Muchas felicidades, ya tienes los 1000 fans, vamos a celebrarlo haciendo una campaña de Facebook Ads! 😛

Si queremos ver un experimento sociológico muy interesante sobre la compra de seguidores, podemos ver este vídeo, realizado por una agencia de publicidad, donde explican cómo se puede construir una imagen de marca, o en este caso concreto: una influencer, en un corto periodo de tiempo y por muy poco dinero. Interesantísimo.

Razones para comprar fans para nuestra red social

Ejemplo práctico de compra de fans

Hay única razón por la que merece la pena comprar un pack de seguidores para nuestra red social: No tener apenas seguidores y necesitar dar una imagen de marca más consistente. La razón clásica para la adquisición de fans es la apertura reciente de nuestra red o la dinamización de una red social moribunda.

Pongamos un ejemplo: El restaurante Deluxe lleva unos años en funcionamiento pero aún no se había modernizado. Ahora ha decidido remodelar su anticuada página web y abrir sus canales de Facebook e Instagram. Quiere hacer una campaña de marketing para potenciar su imagen on-line y conseguir clientes desde Internet. Abrimos canales de Facebook e Instagram para restaurante Deluxe, pero después de conseguir que nos sigan todos los familiares y amigos de los propietarios, apenas hemos conseguido llegar a los 50 fans. Es una imagen muy «pobre» de cara a los futuros visitantes de las redes sociales que pueden preguntarse porqué un restaurante que lleva 15 años en funcionamiento apenas tiene 50 seguidores.

El restaurante Deluxe es un candidato perfecto para un perfil falseado. Vamos a pedir a los casi 50 amigos reales que por favor, le den al «me gusta», hablen un poco de nuestras publicaciones y , a poder ser, compartan. Vamos a publicar contenido propio y de calidad en las redes sociales, un mínimo de dos veces por semana durante un mes. Y, una vez hecho todo esto para darle un poco de background al tema, vamos a comprar un número razonable de fans españoles o latinos, pongamos 500, para que la cosa tome la apariencia de una red social viva e interesante.

Una vez hecho esto, ya no vamos a falsear nada más. A partir de este momento trabajaremos la red social de una forma orgánica, generando contenido propio, interesante y de calidad y realizaremos alguna campaña de Facebook Ads o Instagram Ads geolocalizada y sectorizada por intereses relacionados con nuestro sector, para conseguir auténticos fans (reales) que, cuando entren a nuestra red imaginen que se encuentran en un lugar importante y que lo que ofrecemos es digno de ser seguido por mucha gente.

¿Porqué en tantos blogs se critica la compra de fans?

Pues se critica porque no es ético. Es un black hat seo del management. Y además da mucha rabia ajena, cuando un community manager se tira meses currándoselo, esforzándose por hacer crecer el número de fans de una red social, publicando contenido estupendo y gastando pastizales en Ads y apenas consigue subir de los 200 fans y llega otro y pam! 500 fans de golpe! Pues claro, me muero de rabia y escribo un artículo poniendo a parir esta técnica fraudulenta, engañosa y del demonio… Entonces comprar fans es de ser un cutre y un estafador.

Pero es que, chic@s, tengo noticias frescas: Internet no es el paraíso del arcoiris, es más bien un lugar inhóspito habitado por tiburones y krakens, es un lugar donde o comes o te comen… Y hay que estar arriba a costa de lo que sea (sin herir a nadie, claro) como muestra, un botón.